
Este tipo de cáncer generalmente ocurre en el tobillo, la cadera, los huesos de los hombros, el cráneo, las costillas o la columna vertebral de un perro.
El tumor debilita el hueso hasta el punto de que se puede romper fácilmente al saltar o incluso correr. No hace falta decir que este tipo de cáncer es de naturaleza muy agresiva. La mejor estrategia contra esta enfermedad viciosa es la concientización entre los dueños de los perros al respecto. En segundo lugar, el diagnóstico precoz es muy importante. Sólo el tratamiento oportuno puede salvar al pobre perro.